¿ Qué ocurre tras la retirada?
Cuando decides luchar por el amor que sientes por un deporte suele hacerse siendo niñ@, en ese momento no nos paramos a pesar demasiado en los esfuerzos, en los obstáculos, en eso que luego puede llegar a transformarse en un monstruo que es el tan temido futuro.
En la edad escolar, cuando las fuerzas sobran, somos capaces de compaginar entrenamientos, partidos y estudios, la ilusión, la energía, las ganas consiguen ganar al esfuerzo extra que se realiza, no importa tener menos horas de descanso, menos tiempo de ocio, porque al final ese deporte que amamos es nuestro más importante ocio.
Según vamos cumpliendo años y según avanzamos en nuestra carrera deportiva llegan las dudas, llegan esos momentos donde ya se empieza a pensar en el futuro, crecen las dificultades y muchos de los sueños deportivos se quedan en el camino por tener que decidir entre estudios o deporte.
Recuerdo una frase que me decía mi madre, sabia frase, “hay tiempo para todo si te lo propones y quieres”. Pero juntamos el ocio, esa juventud que nos invade y a veces acaba ganando al deporte…
Hablemos de esos deportistas que deciden que hay tiempo para todo y continúan con su carrera deportiva, que además compaginan con los estudios, y que además tienen una vida. ¿Os parece complicado? Seguro, pero no es imposible, hay que buscar las ayudas para poder compaginar la carrera deportiva con la académica, de hecho, hay universidades con programas especiales para deportistas, porque es evidente que no pueden desarrollar su carrera académica de la misma forma que los estudiantes que no entrenan a nivel profesional, que no dedican tanto tiempo a entrenar, que no tienen partidos, que no tienen que viajar para esos partidos. Con mucho esfuerzo, tiempo probablemente robado al ocio, consiguen terminar sus estudios académicos. Esos estudios que como a todos nos deberían abrir una posibilidad en el mercado laboral. Pero…cuando llega ese momento ¿qué ocurre con nuestros deportistas, cómo se vislumbra el futuro, qué dificultades encuentran?
Podemos responder fácilmente si nos paramos a pensar, la edad. Cuando los deportistas acaban sus carreras deportivas tienen el hándicap de la edad. Se enfrentan al mercado laboral con una edad mayor que el resto de los jóvenes que acaban sus estudios, no han podido hacer prácticas, no han podido acumular experiencia, porque ellos han compaginado el deporte con los estudios.
Frente a esta realidad hay que pensar cómo podemos solucionar este problema, cómo podemos paliar esa falta de experiencia. Formación, formación complementaria, buscar esa formación que pueda ayudarnos a complementar los estudios realizados, enfocada a una salida profesional.
Y si además de ser deportista eres mujer ¿tienes más o menos posibilidades de encontrar un trabajo tras la carrera deportiva? Tristemente podemos afirmar que menos, sabemos la brecha salarial existente entre el deporte femenino y masculino, sabemos de las diferencias todavía existentes en el mercado laboral, queda tanto por luchar, tanto por conseguir. Enfrentarte al mercado laboral siendo mujer es duro, luchar contra las discriminaciones todavía existentes hoy en día, y no solo salariales sino de puestos de trabajo, de puestos de responsabilidad, de tener que demostrar doblemente la valía.
Los deportistas masculinos tienen una clara ventaja frente a las mujeres, su salario, si ese salario que han tenido durante toda su carrera deportiva. Ellos tienen esa ventaja, con el dinero que han ido ganando pueden pensar en montar su propia empresa, buscan su futuro creando su empresa, tienen la capacidad económica de poder invertir, incluso algunos ya lo hacen durante su carrera deportiva y cuando la finalizan ya pueden llegar a tener empresas afianzadas en el mercado.
Pero nuestras mujeres no tienen esa capacidad económica, ya lo hemos hablado, han realizado el mismo esfuerzo, han dedicado su vida al deporte, exactamente igual que los hombres, pero no, el sueldo recibido no es el mismo. De esta forma si tenemos que descartar la capacidad de inversión tendremos que pensar en otra forma de incorporación al mercado.
Algunas deportistas tendrán la inmensa suerte de seguir vinculadas al mundo del deporte, pero no nos engañemos, será una ínfima minoría, esas deportistas además de esa suerte que hayan podido tener se lo habrán trabajado duro, muy duro y afortunadamente alguien les habrá dado la oportunidad de incorporarse como comentaristas deportivas, en un club realizando alguno de los múltiples trabajos que podrían. Pero y las que no, ¿qué hacemos?
Retomemos esa palabra tan importante en nuestra vida, FORMACIÓN. Que importante es no perder ese deseo de aprender cada día, formarnos es básico en la vida. Pero hay que recordar que cuando acabamos unos estudios nos sentimos perdidos. Acabar una carrera universitaria no te da las herramientas para afrontar un trabajo directamente. Lo más importante es poder empezar y seguir aprendiendo mientras trabajas. Si a esto le sumamos poder ofrecer un currículo formativo completo, con formaciones complementarias a la carrera universitaria, formaciones enfocadas en ese ámbito laboral en el que queremos desarrollarnos nos servirá para poder ofrecer ese algo más que no tenemos de experiencia.
Y me resulta imprescindible nombrar a los empresarios y empresarias de este país. No suelen acordarse de sus principios, tod@s hemos tenido un primer día muertos de miedo, perdidos, sintiéndonos de nuevo bebés con esas ganas de ser como esponjas y aprender todo. Piensen en ese CV extra que llevan trabajando años los deportistas, esas capacidades que pueden aportar los deportistas a sus empresas, esa capacidad de trabajo en equipo que tanto se busca es más que evidente que la tienen más que demostrada, ahí tienen una experiencia muy importante. Piensen en la capacidad de adaptación, vaya parece que también tienen esa experiencia, cambios de equipos, de compañer@s, de jefes. ¿Y la capacidad de sacrificio que me dicen? desarrollada al máximo durante toda su vida, desde pequeñines. Valoren ese Currículo extra lleno de capacidades.
Permítanme que les regale un pensamiento que he podido desarrollar, es tremendamente gratificante poder incorporar a tu equipo de trabajo a personas sin experiencia, personas formadas, ilusionadas, con ansias de seguir aprendiendo, ver como van creciendo profesionalmente, como aprenden día a día. Y si, también es tremendamente gratificante aprender de ellos, porque no se engañen señores y señoras empresarias todos debemos aprender cada día, empaparnos de personalidades diversas, de distintos pensamientos, de diferentes formas de trabajar, de pensar, de sentir.
Denles esa oportunidad de aprender y que les enseñen, la experiencia se adquiere, la ilusión se tiene o no. Han dado su vida por un deporte, han ganado medallas, campeonatos, nos han ilusionado, nos han regalado momentos mágicos, nos hemos sentido orgullosos de ellos, así que se merecen que se les dé la oportunidad. Apoyemos el deporte durante y después de las carreras deportivas.